VISITAR BOLONIA:
PEQUEÑA GU?A
INFORMATIVA
Bolonia
es una anciana señora de laterales un poco blancos y con el
pecho sobre la llanura padana y el culo sobre las colinas.
Bolonia es arrogante y papal, Bolonia roja y fetal, Bolonia, la
gorda y humana, un poco romana y con el olor de la toscana..."...
Así
canta Francesco Guccini a su Bolonia, una muestra de
belleza y buen vivir que se siente. Se puede hablar de varias
cosas de Bolonia, de sus soportales, sus restaurantes,
su mercado, de su gente, de su historia,
así que debes pasear, admirar y probar. |
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Tiene una de las
primeras universidades del mundo, (creada en el siglo XI) y para
comprender la hospitalidad de Bolonia tenemos que decir que
bajo las Dos Torres ya existía el fenómeno de
los estudiantes de intercambio, en el siglo XII. El centro histórico es realmente bonito,
es uno de los mejor conservados de Europa, está lleno de
antiguos palacios, iglesias, obras de arte, todo ello un
testimonio de la relevancia de la cultura en Bolonia a lo largo
de los siglos. Hay 40 kilómetros de galerías, en las que se
respira una atmósfera vibrante y polifacética. También están las
iglesias de la provincia, joyas ocultas e inesperadas con
antiguos órganos o preciosas pinturas.
P ero Bolonia no es una señora rica que vive de
las rentas, ha invertido en el futuro y ha logrado crecer. Todo
ello gracias al Recinto Ferial, al Palacio de
Congresos, las estructuras correctamente pensadas, el gran
número de grandes empresas de primer nivel, y la preocupación
por el arte moderno y la cultura alternativa.
Una
visita a Bolonia puede comenzar en la Plaza Mayor, que ha
sido desde 1200 el centro neurálgico de la ciudad, y de su vida
religiosa y política. Entre los edificios medievales de la plaza
se encuentra la inacabada Basilica de San Petronio. Fue
diseñada por Antonio di Vincenzo, en honor a la patrona
de la ciudad. Los trabajos de construcción se
iniciaron
en 1390, y su aspecto inacabado es lo que la hace única. Su base
hecha en mármol es una gran obra maestra del Renacimiento.
Las columnas de la puerta principal de San Petronio y las
estatuas de la Virgen con el Niño de la luneta son obra
de Jacopo de la Quercia, mientras que las puertas son
obra de Amico Aspertini, Alfonso Lombardi y
Giacomo Silla, entre otros. El interior de la basílica es
extremadamente espacioso y luminoso, y el color rosa domina sus
pilares de ladrillo. Frente a la basílica se encuentra una
línea meridiana dibujada por
Gian Domenico Cassini en el 1655. También está el
Palazzo del Podestà, que fue construido en 1485 y diseñado
por
Aristotele Fieravanti.
Al
oeste de la plaza está el Palazzo Comunale (o Palazo
D'Accursio), que fue utilizado por civiles desde el siglo
XIII. Su fachada está adornada con un bonito portal de piedra
arenisca (creado por
Galeazzo Alessi en el 1550) y de una Virgen de terracota,
hecha por Niccolò dell'Arca en el 1478. La estatua de
bronce del Papa Gregorio XIII Boncompagni de la entrada
fue creada por
Alessandro Menganti en el 1576. El techo del Palazzo
Comunale está decorado por almenas güelfas (cuadradas
sobre la galería) y de almenas gibelinas (que encajan con
la torre de Arnolfo). En el interior, hay grandes habitaciones
fruto del legado papal
y su apartamento tiene una gran colección de arte civil. El
Museo Morandi también está en el interior de este
edificio.
También en la Plaza Maggiore está el Palacio
del Banchi, el Palacio de los Notarios, y el
legendario
Palacio Re Enzo, además de la famosa fuente de Neptuno,
obra de Giambologna y Tommaso Laureti en el 1563.
Al
este de la basílica, a lo largo del lado derecho, se encuentra
el
pórtico de Pavaglione, donde se puede ver el antiguo
Ospedale de la Vida y la Muerte que hoy en día alberga el
Museo Arqueológico
y el famoso museo de los siete mil escudos de armas, pintados
por
Archiginnasio en las paredes del interior. Junto al
Palacio del Banchi está una compleja red de caminos
alrededor del
Mercado de Mezzo, donde las calles siguen teniendo los
nombres de los gremios.
Si
se cruza la Plaza Mayor y seguimos por la vía Rizzoli y
la
vía Oberdan, llegamos al barrio judío, que abrió en el
1999 el nuevo Museo Judío. Desde aquí se pueden ver bien
las
Dos Torres de Bolonia, la más alta, Torre del Asinelli
de 97 metros y la Torre inclinada Garisenda de cerca de
48 metros.
Este es momento de seguir nuestro camino por la
Plaza de Santo Stefano y nos tomemos un pequeño descanso
(para tomar un café, tal vez) frente al Palacio de la
Mercanzia
de 1384. La plaza está rodeada de hermosos edificios y del
legendario
Complejo de la Basílica, fundada por Stephen Petronio,
santo patrón de la ciudad. Este complejo religioso (de un total
de siete iglesias) es único y he construido sobre las ruinas del
antiguo templo romano que estaba dedicado a la Diosa
Isis.
Al llegar a la Vía de Santo
Stefano se llega a la bonita iglesia de San
Giovanni
a Monte. Al fondo de la Vía Santo Stefano, girando
en Vía Dante, se llega a la Plaza
Carducci, donde está la casa de Giosuè
Carducci, el Museo del Risorgimento y
un monumento dedicado al poeta. Más allá nos encontramos de
frente con la iglesia de la
Virgen del Baracano, que fue construida
tras unas antiguas murallas de la ciudad. Por último, podemos
parar a comer o simplemente a por un helado en Giardini
Margherita.
Esta es solo una de las muchas rutas que podemos
utilizar para visitar Bolonia, esta ciudad tiene mucho para
ofrecer al visitante. Informagiovani-italia te desea un buen
viaje a Bolonia.
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