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BRUSELAS : INFORMACION PEQUEÑA GUIA
Bruselas es una ciudad de contrastes y contradicciones,
así como de armonías. En estas décadas se ha convertido en el centro de la
Comunidad
Europea y ha atraído la atención internacional que merece. La mascota
de la ciudad es un niño juguetón que hace pis en un claro contraste con la
seriedad de la burocracia europea. La pequeña estatua del Manneken Pis,
se creó a partir de algo que tal vez haya sucedido
realmente: en el siglo XIV un niño de nombre Juliaansk logró
salvar a la ciudad de los agresores extranjeros al orinar en
la mecha encendida que había a lo largo de la muralla.
 Con el tiempo se ha añadido la versión femenina, Jeanneke Pis y la versión
canina, Zinneke Pis. La famosa fuente de Manneken-Pis, de solo 30 cm de altura,
se encuentra en la esquina de la calle de l'Etuve y la calle de Chene
(Rue de l'Etuve
e Rue du Chene). La
estatua desde hace ya mucho tiempo ha sido amada por los reyes de Bruselas, los
presidentes y celebridades le han regalado vestidos y complementos, el niño
tiene un armario de más de 250 vestidos, que se encuentran en el museo municipal.
 Bruselas es una ciudad cosmopolita, con una gran vitalidad y un fuerte atractivo
dado que es el centro de Europa actualmente. Los estilos arquitectónicos
representados en la ciudad van desde catedrales e iglesias góticas con fachadas
clasicas como la del Palacio de las Naciones, el
Palacio Real hasta el hermoso estilo
modernista (Art Nouveau), de los barrios del siglo XX de la ciudad. Los
edificios barrocos de la ciudad nos indican un rico pasado y los edificios
modernos nos dan un dato de la visión de futuro de sus habitantes.
 El punto de partida para conocer la ciudad, el centro de Bruselas, es la
Gran Plaza (Grand Place, la plaza grande, en la foto de arriba), una plaza histórica, rodeada de
bellas casas de los gremios, de estilo flamenco con un ayuntamiento de aspecto
gótico (Hotel de Ville), que es tal vez considerado el más bello de Europa. La Grand-Place ha
sido durante siglos el centro de la vida social y cívica de la ciudad. Los
habitantes de Bruselas se reúnen allí para sus ceremonias y celebraciones más
importantes, también para el mercado tradicional de aves las mañanas de los
domingos o simplemente para sentarse, tomar una cerveza y decidir sus próximos
pasos en el mundo. El ayuntamiento es el único edificio que sobrevive intacto en
la plaza aún desde la época medieval.
 Los
duques de Borgoña, vieron su ciudad construida en dos fases en el siglo XV.
Su torre es de 100 metros de altura y está coronada por una estatua dorada de
San Miguel, patrón de Bruselas y con la espada desenvainada, de pie sobre un
diablo claudicando. En la Grand Place, además de buscar los grandes edificios,
recuerda que están las dos chocolaterías más famosas del mundo, "Godiva" y "Neuhaus".
Frente a ellos se encuentra en un edificio del '600, en lo que era el edificio
del gremio de los carniceros, el histórico restaurante "La Maison du Cygne".
Muchas personas historicamente importantes de los últimos 150 años han pasado
por aquí, en su alfombra roja estába Karl Marx para señalar la "Capital" a
Engels, durante su estancia de tres años en Bruselas. Todos los grandes
edificios de la Grand Place fueron sedes corporativas, de la
Casa de los Trajes
(Maison des Tailleurs)
a
la Maison du Renard, Bilanciai, zapateros, orfebres y otros maestros artesanos
se encontraban aquí. En la Maison de la Brasserie está el Museo de la Cerveza.
Todas ellas han sido en algún momento parte de una empresa. El museo de la
cerveza no es demasiado grande pero la verdad es que es interesante. Ten en
cuenta que la belga es una de las mejores cervezas del mundo. El museo hace un
recorrido histórico de la cerveza en general, explica lo que es la mezcla de
malta y es hogar de más de 1000 cervezas diferentes, cientos de posavasos, tazas
y vasos de diferentes antigüedades. Al final hay prevista una cata de cerveza
belga. Cada barrio tiene su propio mercado, siendo Bruselas una ciudad de los
mercados: el mercado de los pájaros, de las flores, de las antigüedades,
de las
pulgas y de los caballos. Los expositores traen productos frescos de campos
cercanos a la ciudad de todos los monasterios y granjas, por ejemplo el queso,
el jamón de las Ardenas, flores y plantas en macetas, pollos, conejos y pescado
fresco y camarones y mejillones del Mar del Norte.
 Al este de la Grand-Place, saliendo hacia la ciudad alta, está el
Palacio Real y
los edificios del Parlamento. Entre ambos hay un parque muy bonito con fuentes y
estatuas de estilo francés y estatuas de la batalla para recordar cuando los
belgas luchaban contra los holandeses por su independencia. Frente al Palacio
Real, en el centro de la Plaza Real (Place
Royal), encontramos la estatua ecuestre de
Godofredo de Bouillon, uno de los principales personajes de la Primera
Cruzada,
el héroe del carácter nacional belga y de la "Jerusalén liberada" de Torquato
Tasso. Un poco más al sur se encuentran las antigüedades y restaurante
exquisitos de lujo de la Plaza du Grand Sablon.
 Justo al norte de la Place du Grand Sablon se encuentra el
Museo Real de las
Bellas Artes, que comprende el Museo de Arte Antiguo y el de Arte moderno. Ambos
tienen grandes colecciones con muchas piezas importantes, entre las habitaciones
debemos llegar a ver aquellas en las que se han recogido las pinturas flamencas
de los siglos XV y XVI. Todos los grandes artistas están representados, por
ejemplo Robert Campin, Rogier van der Weyden, Hugo van der Goes,
Dirk Bouts,
Hans Memling, Jacques-Louis David (en la foto de la izquierda) y,
particularmente, Peter Bruegel el Viejo. Hay una sala entera dedicada solo al
trabajo de Breugel, incluyendo el paisaje en el que celebra la Caída de Icaro.
Los pintores de renombre nacional, Peter Paul Rubens y su discípulo,
Anthony Van Dyck, tienen también una presencia importante en
el museo. El Museo de Arte Moderno, en el que se pueden admirar pinturas de algunos de los artistas más
representativos de los siglos XIX y XX tiene obras de Van Gogh, Monet,
Renoir,
Gauguin, De Chirico y una gran sala dedicada solo al surrealista belga famoso
René Magritte.
 Hay numerosos eventos, festivales y manifestaciones en Bruselas, en la linea de
carácter cosmopolita de la ciudad, los hay de todos los tipos y durante todo el
año. Van desde el Concurso Musical Internacional Reina Elisabeth de Bélgica, que
lleva a los aspirantes a músicos de todo el mundo, hasta el Festival Anual de
Jazz de Bruselas, que lleva a la ciudad a estrellas legendarias del jazz. El
Teatro Real de la Moneda (Theatre Royal de la Monnaie)
ofrece un programa de ópera y ballet famoso en todo el
mundo. En el Palacio de Bellas Artes hay también conciertos sinfónicos y de
cámara en la programación de todo el año. Muchos cines ponen películas en su
idioma original subtitulado y además lo hace con las producciones de todo el
mundo, no solo con las americanas como es habitual.
No debemos olvidarnos del folclore, una parte muy importante de la cultura local
y una herramienta útil para comprender mejor la ciudad y en general, toda
Bélgica. El Festival Ommebang, que se lleva a cabo el primer jueves de julio, o
el desfile de los gigantes de mayo
 son eventos donde disfrutar las tradiciones y
el folclore de la ciudad. El Festival Ommegang (que significa literalmente
La
Gran Parada) se celebra en la Grand Place y está repleto de espectadores, asiste
también la familia real belga y lleva realizándose desde 1549. Los historiadores
piensan que el desfile en realidad comenzó como un acto religioso en el siglo
XIV, sin embargo el festival está totalmente limpio de temas religiosos y
solamente se centra en el patrimonio cultural y el folclore local. El Ommegang
recuerda la marcha que se organizó para conmemorar la entrada triunfal de Carlos
V el 2 de Junio de 1549 en Bruselas con su hijo Felipe, el futuro rey de España
y Duque de Brabante, así como de sus hermanas, Leonor de Austria, Reina de
Francia y María de Hungría.
 Bruselas es también uno de los países que han originado en todo el mundo el
denominado estilo Art Nouveau, del que podemos observar muchos edificios en la
ciudad, entre los que es importante visitar el Museo Horta, ubicado en dos casas
diseñadas por el arquitecto Victor Horta. La mayoría de los edificios de este
estilo en Bruselas están en los barrios d e
Ixelles y Saint Gilles. Cualquier
guía turístico que haya por la ciudad te llevará a ver estos edificios de estilo
Art Nouveau, el de Victor Horta, en la rue Americaine, el
Museo de St. Gilles,
en el Pabellón de las Pasiiones Humanas, el
Palacio Stochet en el que hay
pinturas de Klimt y el Hotel Metropole, donde Verlaine
disparó Rimbaud, que
acabó en la cárcel. Aquí
Baudelaire acabó sus días. La alta sociedad, la corona de
toda Europa, las estrellas de cine y celebridades suelen pasar por Metropole.
 En este lugar tuvo lugar
la
famosa
Conferencia Solvay de 1911. Esta fue la primera vez que salieron los
famosos científicos a defender sus teorías y todos se unieron y unieron sus
laboratorios para ayudar de forma práctica a la humanidad. Fue la primera
conferencia internacional de física y química a la que asistieron científicos de
la talla de Lorentz, Marie Curie, Max Planck, Albert Einstein y
Henri Poincaré.
Solvay, un gran empresario consagrado gracias a su técnica de producción del
bicarbonato, que todavía a día de hoy se utiliza para su confección, fue también
un hombre culto, filántropo y un mecenas. Organizó la reunión de Solvay en
Bruselas, en colaboración con los científicos más brillantes de los años 1900.
La
asistencia a estas conferencias (muy alta) fue superior a la de las de física o
química moderna, entre ellas la más importante fue la quinta, que se celebró en
1927, donde se reunieron para discutir su "teoría cuántica", divulgada
recientemente. Allí surgió la famosa frase entre Einstein y Bohr, el primero de
ellos, desilusionado por la teoría de Eisenberg del "principio de la indeterminación" exclamó "¡Dios no juega a los dados!", a lo que Bohr respondió:
"¡Einstein! ¡Deja de decirle a Dios lo que debe hacer!". 17 de los 29
participantes de esta conferencia ganaron más tarde un Premio Nobel.
Los amantes de la historia pueden visitar también el Campo de Batalla de
Waterloo, que condujo a la derrota definitiva de Napoleón. El campo se encuentra
a 18 kilómetros de Bruselas. Para visitar este lugar, tendrás que imaginarte la
zona, y puede ser conveniente contar con un mapa del campo de batalla o una guía
del sitio. Debes pensar en la lluvia y la dificultad que tenían los soldados
para avanzar.
 Una última cosa, los
mejillones de Bruselas, algo único, son una de las
especialidades del lugar junto con el chocolate y la cerveza. Las raciones son
muy abundantes así que deberías tratar de ahorrar espacio para el postre. Las
galletas y el chocolate están en todas partes.
Muchas gracias por el apoyo continuo (gracias a reservar a través de este
sitio los hoteles y hostales nos das bastante ayuda y no te gastas nada),
¡Informagiovani Italia te desea un buen viaje a Bruselas!
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Informagiovani-italia.com
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