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Viena :
Información pequeña Guía
Visita Viena. Viena es
la herencia de la gloria de los Habsburgo, que controlaron
Europa durante más de 600 años. La antigua ciudad del
Danubio tiene un nuevo aspecto, como siempre. Se ha
reinventado a si misma en lugar de haberse quedado estancada
durante muchos siglos, su riqueza es comparable a sus tesoros
históricos, la sala de producción artística, así como el
entorno cultural renovado lo convierten en uno de los destinos
turísticos más populares y visitados.
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Viena siempre ha sido así al fin y al
cabo, viejos y nuevos, la capital de la región del mundo. Giacomo
Casanova dijo una vez "Todo en Viena, era bello, había un
montón de dinero y un montón de lujo pero no había mayor vergüenza
que aquello dedicado a Venus. - Todo ello dicho tras haber sido
detenido por indecencia - Una legión de espías vil, decorado con
un hermoso cuerpo de agentes de la castidad, son todos asesinos
de las niñas felices."
En la época de mayor esplendor de Viena,
cuando Francisco José, en su conservacionismo tenaz
y obstinado disfrutó de una reputación de hombre totalmente desprovisto
de imaginación, la Viena multiétnica estaba llena de artistas, escritores
y músicos cuyo trabajo general formó un modelo y referencia de la
cultura mundial. La visión monumental de la frontera de la ciudad
en el Ring es compacta, silenciosa y tranquila.
Nada
parecía escapar de una armonía suave a pesar de que al mismo tiempo
de parecer austeros, podrían tocar ritmos caóticos en sus vals.
Arthur Schnitzler, vagaba toda la noche intentando encontrar
datos preocupantes de una ciudad secreta, y Sigmund Freud
investigaba en el laberinto de la psicología humana. Si visitas
Viena, tanto en este momento como en los anteriores, solo podrás
hablar de sus virtudes. Fue un progresismo conservador lo que, extrañamente,
dio paso al misticismo.
Cierto,
siempre hay que criticar a alguien, sin embargo casi nadie ha sido
tan mordaz como Karl Kraus, escritor vienés que desmontaba
el mito de su ciudad, buscando siempre alimento. Llegó a la conclusión
de que "Para que hablar siempre mal de Viena por sus defectos
cuando merece incluso la pena hablar mal de sus virtudes". También
dijo en una ocasión "Las calles de Viena están pavimentadas con
cultura, las de otras ciudades con asfalto".
En torno a 1900 Viena tuvo grandes representantes, Freud,
Klimt, Egon Schiele, Adolf Loos,
Ludwig Wittgenstein, Arnol Shömberg,
Gustav Mahler, Oskar Kokoschka, el mismo
Kraus, Arthur Shnitzler y muchos otros. Fue
una gran ciudad antes de la caída, la ilusión de reconstruir una
ciudad tras dos guerras mundiales y el nazismo.
El
retraso fue agonizante, como pararse a contar los avances de los
mejores años del siglo XIX y XX, de Robert Musil a Joseph
Roth, que vivieron muchas horas en el Café Central,
donde en una mesa aún hoy se sienta siempre el poeta Peter
Altenberg, en forma de maniquí con un periódico abierto entre
las manos, o cuando Trotsky jugaba antes de la Revolución
a las cartas. Entre otras cosas nadie tenía una casa tan acogedora
como ir a este sitio con un chelín en el bolsillo. Y simbolizando
un espíritu asombrosamente épico si alguien se molesta en ofrecerle
un trabajo, él se niega, diciendo que no podía hacer nada más que
pensar en su propia vida. Había gran cantidad de páginas, montañas
de ellas, donde era difícil incluso encontrarle, parecía que no
estaba allí.
La
edad de oro de Viena como capital cultural de Europa se dio durante
los siglos XVIII y XIX. La mayor parte de la asombrosa arquitectura
que se ve hoy en día es parte del trabajo del emperador Francisco
Jose I, que había dispuesto los fondos suficientes como para
llevar a cabo un ambicioso plan de construcción de una ciudad que
mostraba el poder de los Habsburgo. Se derribaron para ello
ciertas fortificaciones y patios ahora inútiles que rodeaban la
Innere Stadt y la Ringstrasse entre 1858 y 1865. Desde
que comenzó la construcción de los edificios más majestuosos de
cara a la calle, la mayoría de los lugares de itneres de Viena se
encontraban dentro de un anillo, el Ring, en el centro
de lo que se denominaba la Innere Stadt. Destacaba la Catedral
de Santo Stefano, que tenía grandes torres románicas, el
Südturm gótico, una torre de 136 metros de alto con azulejos
y las catacumbas de la catedral que son osario de los restos de
muchas víctimas de la plaga.
El
Hofburg, el Palacio Imperial, está situado en las cercanías,
fue la casa residencial de la familia real de los Habsburgo
y es un gran testimonio de cultura y patrimonio. Incluye la iglesia
agustina del siglo XIV, los apartamentos de carácter imperial
con fantásticas colecciones de objetos de plata y porcelana, la
Capilla de la Corte (donde se celebra una misa dominical
cantada por los niños del coro de Los Cantores de Viena), el tesoro
imperial (que también incluye reliquias religiosas, entre ellos
un clavo de la crucifixión y la corona de espinas de Cristo), la
Biblioteca Naciola, la Prunksaal barroca y una fascinante
colección de instrumentos musicales.
Si
aún así sigues con ansias de cultura, el Museo de las Bellas
Artes presenta obras de arte que los Asburgo han hecho llegar
a Viena, el museo es una construcción muy rica, tiene pinturas de
Rubens, de Peter Brueghel el Viejo, y de Rafael,
Vermeer, Velázquez, Rembrandt, Durero,
Tiziano y Tintoretto, entre otros. No se puede pensar
en visitar este museo en una sola visita o acabaremos con tortícolis
de tanto mirar la decoración de los techos. El moderno
Museumsquartier
es el destino perfecto para los días de lluvia, sus hermosos museos
(Museo
del
Arte
Moderno,
Museo
Leopold,
Exposición
Kunsthalle
de
arte
contemporáneo,
Museo
Zoom
para los niños, el Centro
de
Arquitectura
de
Viena),
las cafeterías y los espacios públicos acogedores han hecho muy
popular a Viena.
Il Museo Sigmund Freud si trova negli appartamenti dove il
fondatore della psicanalisi viveva e lavorava; ci sono ancora i
mobili originali, oltre a documenti, fotografie e diversi oggetti
tra cui dei curiosi genitali maschili in terracotta.
Fuera
del centro de la ciudad está la espléndida Belvedere, construida
pro el príncipe Eugenio de Saboya, el comandante italiano
que derrotó en su día a los turcos que amenazaban el Imperio de
los Hamsburgo y el conjunto de toda Europa. El edificio alberga
en su parte superior la Galería Austriaca, que muestra entre
otros el
Beso de Klimt. Otro famoso palacio barroco de la ciudad es
el Schönbrunn, que fue una vez hogar de María Teresa, la
princesa Sissi y de Napoleón (conquistador de Viena
dos veces). El interior está plagado de decoraciones estilo rococó,
tiene dos mil habitaciones, una capilla y un teatro. En el salón
de los espejos fue donde Mozart hizo su primera actuación
real. El Salón de Napoleón (que a veces se quedaba en el
palacio entre 1805 y 1809) contiene extraños animales disecados.
Encontrar
alojamiento barato en Viena puede ser un problema, sobre todo en
Navidad, Semana Santa, y de Junio a Septiembre, así que reserva
lo antes posible. En el noroeste de la ciudad, cerca de la universidad,
hay muchos restaurantes baratos. La mejor zona para pasar la noche
en toda la ciudad está cerca de
Ruprechtsplatz,
Seitenstettengasse,
Salzgries
y Rabensteig
y cerca del canal del Danubio.
Viena es una de esas ciudades en las que los museos y monumentos
parecen eternos, todo lo demás parece una idea de amor eterno, uno
tiene la impresión de que el misticismo entre liberales y conservadores
que no encuentran un acuerdo se convierte en melancolía de los hombres,
casi como un vals.
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